La onicomicosis es el nombre científico que se le da a la enfermedad generada por una infección de hongos en las uñas.

Comprende más de la mitad de los casos de alteración ungueal en los países desarrollados y es una enfermedad que afecta, mayoritariamente, a personas adultas (poco frecuente en niños que aún no han alcanzado la pubertad).

 

¿Qué causa la onicomicosis?

 

La onicomicosis se origina por la propagación descontrolada de hongos en las uñas.

Puede originarse en la propia uña, surgir por una infección en otra parte del cuerpo, por otra enfermedad o por un contagio externo.

Los hongos que viven en nuestras uñas conviven con nosotros sin producirnos infecciones, hasta que ciertos factores favorecen su proliferación:

  • Ambientes húmedos y cálidos.
  • El envejecimiento.
  • La sudoración excesiva.
  • Caminar descalzo en lugares públicos.
  • Convivir con personas que sufren onicomicosis.
  • Infecciones bacterianas en la piel.
  • Diabetes.
  • Problemas de circulación.
  • Sistema inmune debilitado.

 

Cuando los hongos en las uñas afectan a otras zonas de la piel puede provocarnos una infección crónica por hongos, conocida como ‘pie de atleta’.

 

¿Cómo evitar la reproducción de hongos en las uñas?

 

Hoy día, se sabe que existen varias técnicas de autocuidado muy eficaces a la hora de prevenir la proliferación de los hongos en las uñas:

  • Lavarnos manos y pies con regularidad, sobre todo si hemos tocado alguna zona infectada.
  • Secarnos bien, prestando especial atención a los huecos entre los dedos.
  • Cambiarnos de calcetines regularmente, dando preferencia a aquellos fabricados con tejidos absorbentes.
  • Elegir calzado abierto y fabricado con material traspirable.
  • No compartir zapatos, toallas o ropa de cama sin lavar, con otras personas.
  • Evitar rozaduras y opresiones constantes en las uñas.
  • Deshacernos de zapatos viejos y tratar el calzado con desinfectantes o polvos antifúngicos.
  • Diseñar el suelo del baño evitando que el agua se estanque o desinfectar el suelo regularmente.
  • No caminar descalzos en áreas públicas.
  • Tratar nuestras uñas en salones que usen material esterilizado y nuevo para cada cliente, y no embellecerlas con esmalte o uñas postizas.

 

Si después de haber puesto en práctica las citadas técnicas nuestras uñas siguen presentando síntomas de onicomicosis, lo más recomendable es acudir al médico para que nos proponga un tratamiento adecuado a nuestra dolencia.