Si sufrimos de hongos en las uñas significa que padecemos una enfermedad nombrada onicomicosis.

La onicomicosis es una invasión por hongos, en manos, pies o ambos.

Realizar un cultivo micológico es condición indispensable para descubrir el tipo de hongo que produjo nuestra infección y proponer un tratamiento adecuado.

 

Síntomas de la onicomicosis

 

Los síntomas de la onicomicosis comienzan con una mancha blanca o amarilla bajo la punta de la uña, pudiendo agudizarse y causar la decoloración de la uña, el deterioro de sus bordes, descamación o fragilidad, engrosamiento (o forma anormal) y un olor desagradable.

Los hongos en las uñas pueden afectar a varias uñas la vez. No suele ser doloroso, pero es molesto, antiestético y conlleva un ligero picor.

Las singularidades de sus síntomas pueden confundir la onicomicosis con otras afecciones, como la psoriasis en uñas, que también presenta marcas en forma de puntos, manchas amarillentas, engrosamiento de la uña y deformación de la misma.

 

¿Qué tipos de onicomicosis existen?

 

Hay varias formas de clasificar los diferentes tipos de onicomicosis que existen.

Una de ellas comprende los siguientes tipos:

  • Onicomicosis subungueal distal y lateral: variedad clínica más frecuente, con una superficie estriada o deprimida y manchas blanco-amarillentas que empiezan en un lateral de la uña extendiéndose hacia la zona en la que se origina la cutícula.
  • Onicomicosis subungueal proximal: variedad clínica menos frecuente que empieza invadiendo la zona en la que se origina la cutícula, con manchas blancas, engrosamiento del centro de la uña y roturas, pudiendo afectar a pies y manos.
  • Onicomicosis blanca superficial: variedad poco frecuente, con manchas blancas opacas de bordes irregulares que invaden la parte superficial de la uña, volviéndola blanda y quebradiza. Suele aparecer en las uñas del dedo gordo del pie.
  • Onicodistrofia total: estadio final de cualquier onicomicosis, en la que toda la uña se destruye.

 

Tratamientos para los hongos en las uñas

 

Una visión general nos muestra que los tratamientos para los hongos en uñas suelen constar de:

Tratamientos tópicos:

  • Cremas y ungüentos antifúngicos de venta libre en farmacias.
  • Esmaltes o lacas de uñas con propiedades antifúngicas y de venta libre en farmacias, deberán cubrir tanto la uña como la piel que las rodea.
  • Aceite del árbol del té: planta medicinal con propiedades antimicóticas, de venta libre en farmacias. Consulta con el farmacéutico el formato de aceite del árbol del té más adecuado a tu infección y cómo usarlo.

Tratamientos sistémicos:

Medicamentos antifúngicos vía oral que requieren receta médica para poder adquirirlos en la farmacia. Sus resultados son más rápidos y propician el crecimiento de una nueva uña, libre de infección. Pueden producir efectos secundarios y están contraindicados en personas con enfermedades hepáticas, insuficiencia cardíaca o que tomen ciertos medicamentos, como: simvastatina, quinidina o benzodiacepinas, entre otros. Consulta con el médico las posibles interacciones con aquellos medicamentos que estés tomando.

Tratamientos de autocuidado:

  • Recortar y afinar las uñas antes de aplicar un tratamiento tópico.
  • Lavar la zona infectada con jabón antimicrobiano o de pH ácido.
  • Usar polvos antimicóticos que disminuyan la sudoración.
  • Bañar los pies en agua de mar, para aprovechar sus propiedades antisépticas.

 

Es imprescindible que el tratamiento para los hongos en las uñas lo establezca un profesional sanitario, atendiendo a la gravedad de la infección y al tipo de hongo que la ha originado.

Aun así, incluso cuando el tratamiento es el adecuado, es muy probable que la onicomicosis regrese.

Por esta razón, aconsejamos incluir técnicas de prevención a nuestras costumbres, con el propósito de prevenir su aparición en el mayor grado posible.