Tal y como se ha publicado en el BOE recientemente, el uso de mascarillas higiénicas en la población sana y mayor de 6 años se ha hecho obligatorio en el transporte público y en espacios tanto abiertos como cerrados en los que no se pueda mantener la distancia de seguridad.

En este artículo el Dr. Javier Flandes Aldeyturriaga, prestigioso Neumólogo especialista en Broncoscopia, aclara algunas de las dudas que han surgido con esta reciente normativa sobre la obligatoriedad de las mascarillas en la población.

La mascarilla higiénica: ¿qué es?

Hay que entender que la mascarilla higiénica es un producto no sanitario que cubre la nariz, la boca y la barbilla mediante la sujeción en la cabeza o en las orejas.

Dudas sobre los tipos y la eficacia de las mascarillas

En los últimos meses, se ha convertido en un hecho frecuente ver, caminando en nuestras calles, a personas con diferentes tipos de mascarillas, así como modelos, colores, mascarillas con filtros o sin filtros, entre otras. Y esto puede llevar a crear dudas como las siguientes:

  • Qué tipo de mascarilla es el más adecuado
  • Dudas acerca de la duración de la “eficacia” de la mascarilla
  • Confusión relacionada con el hecho de que la mascarilla pueda ser esterilizada o reprocesada para su reutilización

En este sentido, existe un marco normativo bien definido acerca de estas características, materiales que lo componen y formas de limpieza y esterilización.

Tipos de mascarillas y características

En el ámbito sanitario se manejan clásicamente las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas filtrantes, que se clasifican en función de su capacidad de filtrado con la nomenclatura FFP1, FFP2 y FFP3.

Mascarillas quirúrgicas

Las mascarillas quirúrgicas son las mascarillas que llevan los profesionales sanitarios que van a realizar procedimientos en los que existe riesgo de salpicadura por sangre o por fluidos biológicos.

Ante enfermedades infectocontagiosas, estos equipos evitan la expulsión de partículas con la tos o los estornudos, siendo más protectoras para el resto de personas que para el propio portador.

En este punto es donde radica la importancia de su uso en los tiempos de pandemia por COVID-19 que vivimos en la actualidad. Si todos portamos mascarillas en aquellos lugares donde no podemos mantener la distancia de seguridad, estamos protegiendo a los demás.

Así mismo, su uso se sigue manteniendo en el entorno hospitalario para casos sospechosos de padecer patología respiratoria infectocontagiosa (virus respiratorios, tuberculosis, etc…). 

Mascarillas filtrantes

En este tipo de mascarillas el concepto cambia radicalmente. Se trata de mascarillas que protegen de fuera hacia dentro, suponiendo una protección frente a contaminantes ambientales o aerosoles (partículas suspendidas en el aire) para los portadores de las mismas.

La fabricación de estos dispositivos se rige en base a la normativa europea UNE-EN 149 que las clasifica atendiendo al rendimiento del filtro que portan:

  • FFP1: tiene una capacidad de filtración mayor al 75% y su uso se recomienda para la protección frente a partículas inertes (polvos inorgánicos, minerales, etc…).
  • FFP2: tiene una eficacia de filtración mínima del 92% y se recomienda frente a partículas aerosolizadas de moderada toxicidad o en personal sanitario que se encuentra presente en procedimientos de riesgo a más de dos metros de distancia.
  • FFP3: con una capacidad de filtración aproximadamente del 99%, se recomienda para aerosoles con alta toxicidad. Este modelo es el que se recomienda al personal sanitario que realiza procedimientos de riesgo ante pacientes con enfermedades infectocontagiosas como es el COVID-19.

Este tipo de mascarillas se pueden encontrar tanto con un filtro como sin él. El filtro pretende, manteniendo la capacidad de filtrado, disminuir la humedad y la resistencia al paso de aire. El problema de las mascarillas con filtros es que permiten la salida del aire espirado y no sirven como protección para las personas que rodean al portador. 

¿Se pueden reutilizar?

Por lo general, las mascarillas se consideran de un solo uso y se deben desechar al finalizar una jornada de trabajo o tras un tiempo de uso mayor de 8 horas. Sin embargo, existen modelos reutilizables, que están diseñadas para que, tras su limpieza, puedan ser utilizadas un número de veces que debe ser garantizado por el fabricante, ya que los materiales que la componen deben mantener las propiedades de filtración adecuadas.

El uso de mascarilla se ha convertido en una realidad que va a convivir con nosotros los próximos meses y a la cual nos debemos acostumbrar. Es importante conocer a grandes rasgos las características de los diferentes modelos con el fin de favorecer un uso adecuado de los mismos, evitando confusiones.

Es importante también promover educación sanitaria a la población general, ya que las medidas poblacionales se han mostrado efectivas para el control de la pandemia y su aplicación permitirá amortiguar posibles rebrotes futuros de la enfermedad.

Hay que tomar conciencia de la situación que estamos viviendo, ser responsables y seguir las recomendaciones de los profesionales de la sanidad, quiénes han ayudado y siguen luchando por controlar progresivamente esta pandemia y a los que la población debe acudir en caso de dudas u otras necesidades o recomendaciones.