La candidiasis es una infección producida por alguna de las diversas variedades de hongos cándida.

Estos hongos son una levadura que vive en armonía en nuestro organismo, ayudando a mantener el equilibrio intestinal.

Pero, cuando favorecemos un crecimiento excesivo de estos hongos podemos propiciar la infección de membranas mucosas de nuestro organismo o de zonas húmedas de nuestra piel.

 

Tipos de candidiasis y sus síntomas

 

Según el lugar de nuestro cuerpo en el que prolifere el hongo cándida, padeceremos un tipo de candidiasis u otra:

Infecciones bucales:

  • Muguet: infección bucal muy común en bebés menores de seis meses y en personas mayores. Causa irritación en la boca, formando placas blancas y dolorosas en labios, lengua o encías.
  • Queilitis angular: conocidas coloquialmente como boqueras, son fisuras y pequeños cortes en la comisura de los labios.

Infecciones cutáneas:

  • Dermatitis del pañal: sucede cuando la piel permanece húmeda durante mucho tiempo o cuando está en contacto permanente con pañales sucios de orina, heces o ambas.
  • Infección de las uñas: se da en los pliegues de las uñas y en sus cutículas, afectando a la placa de la uña, sus bordes o ambos (onicomicosis).
  • Candidiasis mucocutánea crónica: infección crónica debida a la disfunción de linfocitos T , que ayudan al sistema inmunitario en la protección de infecciones. Origina zonas enrojecidas, inflamadas o con costra y pus, muy semejante a la psoriasis.

Infecciones vaginales:

  • Candidiasis vaginal: sus síntomas incluyen flujo vaginal blanco o amarillento y espeso, quemazón, picazón, enrojecimiento de la zona interna y externa de la vagina, fisuras y relaciones sexuales dolorosas. Esta infección vaginal puede venir causada por el uso de anticonceptivos hormonales o por el uso de duchas y aerosoles vaginales.

Un porcentaje amplio de mujeres sufrirá candidiasis vaginal en algún momento de su vida y, aunque la candidiasis vaginal no es una enfermedad de trasmisión sexual, podrías contagiar a tu pareja de candidiasis, tanto mediante sexo vaginal, como oral o anal.

Las parejas sexuales masculinas rara vez se infectan (los más propensos son hombres que no han sido circuncidados o que padecen diabetes), pero si tu pareja es mujer las probabilidades de contagio son mayores.

Infecciones del estómago:

  • Candidiasis del esófago: supone la inflamación del revestimiento del esófago y la aparición de placas blanquecinas en sus paredes, pudiendo causar dolor, dificultad al tragar, fiebre, escalofríos y candidiasis bucal.

 

Candidiasis, tratamiento más frecuente

 

Si detectamos síntomas de candidiasis, lo principal es acudir a un profesional sanitario para que determine la infección que padecemos y el tratamiento más adecuado.

Por regla general, la candidiasis suele tratarse con fármacos antivirales y antifúngicos de venta en farmacias:

  • Si la candidiasis afecta a la piel, suelen aconsejarse antimicóticos tópicos de venta libre en farmacias.
  • Si la candidiasis es estomacal, generalmente se recetan medicamentos antifúngicos vía oral, que suelen requerir de receta médica para poder adquirirlos en la farmacia.
  • Si la candidiasis se ha extendido por el cuerpo, los antifúngicos acostumbran a administrarse por vía intravenosa, que deberá inyectar un profesional sanitario.

La eficacia del consumo de probióticos como tratamiento para la candidiasis ha quedado demostrada en varios estudios, por su contribución a equilibrar los niveles de bacterias y hongos, favoreciendo la salud de nuestro sistema inmune.

Los probióticos podemos conseguirlos a través de alimentos como el kéfir o el yogur, o bien adquirir suplementos alimenticios probióticos que podremos encontrar de venta libre en la farmacia.

En una candidiasis vaginal, aplicar agua fría o hielo en la zona afectada ayudará a aliviar la picazón.

Es importante tener en cuenta las recomendaciones sanitarias para prevenir la candidiasis, sobre todo en personas con un sistema inmune debilitado, ya sea por enfermedades, edad o por una mala alimentación.

Porque, aunque la candidiasis rara vez es peligrosa, en ocasiones se torna grabe, como es el caso de la candidiasis invasiva, y ataca a todo el cuerpo, pudiendo derivar en candidemia, enfermedad grave que requiere cirugía mayor e implica síntomas añadidos, como shock o fallo multiorgánico.