El mal olor de pies se conoce, científicamente, como bromhidrosis, y es el resultado de la descomposición del sudor (glándulas sudoríparas) y los residuos celulares, por las bacterias y hongos de la piel.

Estos microorganismos (bacterias, hongos y parásitos) que habitan en nuestros pies, se multiplican con el sudor y se alimentan de las células de piel muerta y los aceites de la piel.

Con el incremento de las colonias de bacterias, también crecen sus desechos, que son los ácidos grasos que provocan que nos huelan mal los pies.

 

Cómo eliminar el mal olor de pies

 

Aunque la sudoración de los pies es algo natural y necesario para el correcto funcionamiento del organismo, podemos adoptar algunas precauciones para eliminar el mal olor de pies.

Los podólogos aconsejan usar calcetines de algodón o lana, y cambiarlos a diariamente por unos limpios; incluso a lo largo del día, si hacemos ejercicio o nos sudan mucho los pies.

Los calcetines y los zapatos tienen que estar fabricados en material traspirable. Y los zapatos, además, han de adaptarse a la talla de nuestros pies.

También podemos dejar que los zapatos usados se aireen durante un par de días, antes de volverlos a usar. Una buena opción, para eliminar el mal olor de pies, es dejarlos al sol, de esta forma se airean y desinfectan al mismo tiempo.

O, podemos utilizar spray desinfectante para matar las bacterias que puedan quedar dentro de nuestros zapatos.

Lavar los zapatos y las plantillas con regularidad, también nos servirá para eliminar el mal olor de pies y acabar con los hongos en los pies y las bacterias.

En cuanto a la higiene, la recomendación es lavarnos los pies cada día, en agua tibia y con un jabón antimicrobiano o de pH ácido (podemos añadir una cucharada de bicarbonato de sodio al agua para ayudar a eliminar las bacterias).

Una vez limpios, es importante secarlos bien, sin olvidar los huecos entre los dedos. Y no compartir toallas, zapatos ni esponjas con otras personas.

Es primordial hacer uso de chanclas en los vestuarios públicos, para prevenir infectarnos con los hongos de los pies de otra persona o infectar nosotros a los demás.

Si, aun usando estas medidas preventivas, persiste el mal olor de pies, igual puedes echar mano de polvos de talco o plantillas para combatir el olor de pies.

 

¿Por qué nos huelen los pies?

 

El mal olor de pies puede deberse a múltiples causas, vamos a citar algunas:

  • Problemas del metabolismo (tiroides, glándula suprarrenal o glándulas apocrinas).
  • El tratamiento con algunos medicamentos, como los antidepresivos.
  • Una sudoración excesiva.
  • Una rutina de higiene inadecuada.
  • Cambios hormonales propios de la pubertad, la adolescencia o la menopausia.
  • Determinados alimentos, como la cebolla, el ajo y especias como el curry, el comino o los picantes.
  • El estrés y la ansiedad.
  • Infecciones en los pies, como el pie de atleta.
  • El uso de calzado o calcetines inadecuados.
  • Enfermedades renales o hepáticas.
  • La ingesta de alcohol o tabaco.

Hay que tener en cuenta, que el olor de pies es natural y que puede tratarse de algo transitorio. Pero, si te hace sentir incómodo/a, te provoca inseguridad o va acompañado de infecciones, no dudes en hablar con un podólogo; mediante un cultivo, determinará el tratamiento más adecuado para tu caso particular.